Halit y Jessica son el matrimonio perfecto. Están perdidamente enamorados, tienen una casita recién comprada en una urbanización preciosa y una hija de seis años a la que adoran. Tienen todo aquello con lo que los demás sueñan excepto por una pequeña razón: todo es mentira. Porque lo que nadie sabe es que Jessica odia a Halit. Y que en realidad no están casados. Que su hija no es su hija sino una niña a la que secuestraron. Y que sacaron sus anillos de boda de una máquina de bolas. Pero sobre todo, lo que ni siquiera ellos saben, es que todo este tiempo hubo un hilo invisible atándolos.