Will es dejado a un lado por su alfa y sacrificado al Windigo que caza en el bosque. Sin embargo, después de enfrentarse a la criatura, Will se encuentra en la casa de Hannibal. El alfa vive solo y parece haberse encargado de cuidar a Will para que recupere la salud, a pesar de las protestas de Will. Con el tiempo Will se siente cómodo con Hannibal y poco a poco revela su oscuro pasado y los motivos de su abandono. Hannibal, al ser un alfa de pura raza del más alto calibre, es muy consciente de lo raro y valioso que es Will y decide quedarse con el omega herido. Pero cuando el pasado de Will regresa para arruinar su nuevo y próspero futuro, parece que la única solución será bañada en sangre.