Laila siempre había estado fascinada por la danza del vientre. Desde niña, se perdía en los movimientos fluidos y en la música hipnótica. Sin embargo, lo que más la cautivaba era el misterioso velo. Para ella, el velo no era simplemente un accesorio; era un portal a un mundo desconocido, lleno de historias y secretos.All Rights Reserved