El joven Idier se encontraba desesperado, con el corazón roto y una sed insaciable de justicia. Su hermano mayor, Idiomar, había sido víctima de una muerte misteriosa y sin explicación aparente. Por más que intentaba encontrar respuestas, todo era un gran enigma. Sin embargo, su padre, quien era un experto en el mundo del crimen, le enseñó todo lo necesario para infiltrarse en ese peligroso ambiente y descubrir la verdad detrás de la muerte de Idiomar. Idier se adentró en un mundo oscuro y desconocido, donde tuvo que enfrentarse a peligros, enigmas, romances y secretos. Su único objetivo era encontrar al asesino de su hermano y llevarlo ante la justicia, cueste lo que cueste. Con una mirada determinada y un tono de voz firme, Idier estaba dispuesto a llegar hasta el final para honrar a su hermano y hacer justicia por él.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".