La luna llena bañaba con su luz fría las torres del palacio, un lugar que alguna vez fue refugio y ahora se había convertido en un espacio lleno de dolor y traición. La princesa Odette, la hija menor del actual Rey Declan I, llevaba años encerrada tras los muros húmedos y sombríos de una celda de Cristal, protegida con encantamientos antiguos creados por sus antepasados, acusada de un crimen que no había cometido.
La traición había venido desde su propio hogar: Su familia había tejido con astucia la red de mentiras que la llevó al encierro. Mentiras...o verdades a medias.
Pero ahora, el destino llamaba a Odette de vuelta al palacio. Un mensaje, sellado con el emblema de su padre, el rey agonizante, le exigía regresar para guiar y cuidar a las tropas en una guerra inminente.
•Cualquier referencia a hechos históricos, personajes o lugares reales se utilizara de Forma ficticia. Otros nombres, personajes, lugares y hechos son producto de la imaginación de la autora, y cualquier semejanza con hechos, lugares o personas reales seguirán siendo Ficticios y/o Basados en gente verdadera.
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El Dios de High School DxD, al borde de la muerte durante la Gran Guerra, utiliza su último aliento para hacer un llamado desesperado. No a sus ángeles, ni a los arcángeles restantes, sino a una deidad de otro universo. El sistema, tardando años en acumular la energía necesaria, finalmente logra su objetivo, arrastrando a la fuerza al verdadero y original Dios del universo de Hazbin Hotel hacia un mundo que no es el suyo.
Atrapado en un universo ajeno, el Dios de Hazbin Hotel no puede regresar a su creación. Con su característico hastío ante la burocracia, se enfrenta a un Cielo disfuncional y a unas facciones en constante guerra. Sin embargo, este no es un dios reencarnado, sino el ser original, lo que significa que posee un poder y una comprensión que las deidades de este universo ni siquiera pueden concebir. Él debe lidiar con las consecuencias de su invocación y con las nuevas amenazas cósmicas que el Dios de DxD nunca pudo prever.