A veces el ser humano se niega a confesar lo que siente. Por miedo. Por vergüenza. Muchos factores influyen en esa decisión. Ella lo sabía, desde pequeña había sentido algo dentro de si que le decía que él, el chico que hacia suspirar a todas y cada una de sus amigas e incluso a ella misma, no saldría con una friki. Él, por otro lado, se sentía agobiado, quería que alguien lo tratara distinto y no solo en busca de sexo. Su cabello rubio fue como una luz que lo llamó en medio de la sombra, le exigía buscarla y salvarla de la tristeza en sus ojos, pero algo le decía que ella no estaría con alguien como él. Así con el paso del tiempo separaron su camino, el siguió conquistando corazones y ella siendo la chica de los libros con la que nadie se molestaba en hablar. Esos caminos estuvieron tan separados como distintos...hasta ahora.
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