"Y pensar que dentro de aquel mudo y pesado traje, existiría no tan solo un poco de plancton, sino unas lindas burbujas que te dicen cuanto te quieren."
una historia sobre el cariño que comienza a sentir un pesado buzo que a padecido en las profundidades del mar a orillas de una playa, de donde resurgió con mucha más vida y menos palabras.
Bubbles es el nombre que este personaje recibe de parte del lector, así que, si, voy a hacerte parte de esta historia si así gustas, te llevaras bien con él.
Bubbles era un buzo que se perdió en una misión por desobedecer la orden de ir solo, luego de años, las algas y el plancton se han apoderado del traje y su cuerpo, trayendole nueva vida que aún no era conocida.
Si, era humano... era, ya no.
El dibujo de la portada no es mío! Créditos a su artista correspondiente
Siete años después de que el mundo se convirtiera en un desierto gélido, los únicos sobrevivientes habitan un gigantesco tren en movimiento perpetuo que recorre el planeta, manteniéndolos con vida. Dentro de este confinamiento mecánico y desigual, Alexander, un joven de 14 años, enfrenta no solo las duras condiciones del apocalipsis, sino también los complejos sentimientos que surgen cuando conoce a Elías, un chico de su misma edad que proviene de los vagones más privilegiados del tren.
En medio de jerarquías sociales estrictas y tensiones crecientes entre los pasajeros, Elías y Alexander desafían las normas al embarcarse en un vínculo que podría significar tanto su salvación como su perdición. Mientras luchan por encontrar su lugar en un mundo congelado y dividido, sus corazones jóvenes deben superar barreras físicas y emocionales en un viaje de autodescubrimiento, amor y resistencia.
Un drama de mayoría de edad y supervivencia que combina la intensidad emocional de Young Hearts con la tensión distópica de Snowpiercer.