Liz es una chica trabajadora, alegre y le gusta siempre hacer nuevos amigos, pero en el amor... es un desastre. Su último noviazgo había terminado antes de irse a la universidad, y él había sido el único en todo y no pensó que alguna vez llegaría a sentir lo mismo por alguien más.
Román siempre había sido el chico guapo, al que nadie rechazaba, pero Liz siempre lo alejaba. Nunca fueron amigos, aunque siempre era amable y relajada con él, sin decir que era preciosa.
Un beso, un poco de alcohol y la trampa de unos amigos inició todo.
Sin etiquetas comenzó, pero ambos ¿Podrán seguir sus propias reglas?