Una psicóloga novata y un psicópata en consulta. Una psicóloga ingresa a trabajar en una consulta profesional como cualquier otro día. Mientras sube al ascensor en silencio, en su cabeza hay un sólo pensamiento. Su jefe es un idiota. Al parecer la confunde con una psiquiatra y, de vez en cuando, le envía pacientes que ya no tienen remedio. -Sólo son peculiares- le dice para enmascarar el hecho de que le encanta ponerla en aprietos. Pero he podido adaptarme, sin embargo, pensó ella. Hoy es uno de esos días. Decidió recibir en su sala de consulta a un caso "peculiar", como les llama su jefe; un chico de 18 años de nombre Lucas y... parecía normal. Muy normal... ¿o no? Hasta que leyó su expediente. A veces las lobos tienen piel de oveja y orejas de cordero.