Sonrie, molesta, rie... levanta el ánimo a los demás y siempre los hace sentirse bien.
Llora, grita, odia... siente que su mundo se cae en pedazos, que se adentra en un abismo cada vez más profundo... un vacío sin fin.
Dos caras... quien dice ser, y quien es en verdad; como se expresa, y como se siente en verdad.
Dos personalidades... cuando está expuesta, y cuando nadie la ve; cuando tiene que fingir, y cuando no se puede engañar.
Dos decisiones... vivir sin vida, con dolor y sufrimiento, o morir y terminarlo todo de una vez, la de luchar una vez más, y la del suicidio...
Tan tentador, tan llamativo...
Dulce Suicidio.