Song Ye-ri es una joven mujer que parece tenerlo todo: dinero, prestigio y educación; pero su vida perfecta se pone patas para arriba cuando decide renunciar a su trabajo repentinamente. Harta de la vida en la ciudad y convencida de que necesita reencontrarse a sí misma, se decide a comenzar de cero, dejando Seúl atrás para regresar a su pequeña y pintoresca ciudad natal en Jeju.
Al llegar allí, el paso inevitable del tiempo le recuerda todo lo que ha perdido y sacrificado al perseguir una carrera que no le gusta, con la única finalidad de satisfacer las duras exigencias de su adinerado e inflexible padre.
Por su parte, Seo Hae-jin es un hombre sencillo que se dedica a mantener un taller mecánico junto a su padre, mientras simultáneamente se tambalea en trabajos de medio tiempo para ganar dinero extra. Su única ambición es terminar la casa de sus sueños a orillas del arroyo y vivir humildemente, sin lujos ni remordimientos.
Nada tienen en común excepto el haber sido compañeros de instituto.
Cuando los ex alumnos de la promoción 2014 deciden celebrar la reunión anual, esta vez Ye-ri tiene la posibilidad de asistir por primera vez y reencontrarse con ellos y con Hae-jin, de quien no almacena recuerdos.
La cotideaneidad los lleva a coincidir más de lo normal, provocando que Ye-ri comience a sentir curiosidad por la cálida y tímida personalidad de Hae-jin.