Un chico, solo izo falta un chico para separarme de mi mejor amiga. Él se llamaba Joss , y tenía sus razones para creerse el más guapo del instituto. Aparte de todas las chicas, nosotras éramos sus mayores “fans”. Veíamos todos sus partidos, escuchábamos la misma música que él, escribíamos su nombre por nuestros cuadernos y colgábamos fotos suyas en nuestra taquilla. Mi amiga no era una chica cualquiera, era una rubia con ojos claros que enamoró al instante a Joss. Al principio puede que me enfadara un poco con ella ¿Por qué? Pues porque a mi también me gustaba. Pero acabé por darme cuenta de que se amaban demasiado, y él nunca se fijaría en mí, la castaña de pelo corto y mirada verdosa.
Pero mi mundo dio una vuelta de 360 grados cuando él me dijo esa frase, esa frase que recordaré el resto de mis días.
-Tenemos que hablar, a solas...
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.