Mi cabeza parece más mi hogar que el exterior, ella dijo escribe. Y entonces, escribí. Por sus ventanas puedo ver cosas que generan una conversación constante. Esto es un eterno recordatorio de los días en que me odié por mi color de piel, las veces que agradecí hasta el hálito de vida que aún habita en mí, cuando reconocí las cosas buenas y los logros que había alcanzado. Por estar y no pertenecer, por pertenecer y no estar. Pero el día que rompieron mi corazón fue cuando volví a salir de ese lugar, el siete de mayo pisé donde todos llaman hogar y quise irme. Porque en la muerte, no hay memoria. Pero a veces no sé si quiero olvidar, porque sé que yo sí seré olvidada. Esto es una galería, un museo, un cementerio y un circo. El mundo tendrá que oírme, empezaré por hablar contigo. Este libro fue registrado en la oficina de derechos de autor de la República Dominicana a los veinte días del mes de septiembre del año en curso. Queda prohibida su reproducción parcial o total. Si vas a extraer una frase, etiquetame así me estas apoyando...