Título Después de ganar esta batalla, volveré a casa y me casaré (打完这仗就回家结婚[星际])
Autor Han Shu (寒菽)
Capítulos 51 + 4 extras
Género Comedia, Mecha, Romance, Ciencia ficción
Etiquetas Discapacidades, entorno futurista, matrimonio, relación maestro-discípulo, militar, omegaverso, pareja poderosa.
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En la era de las guerras interestelares, cada mecha luchador cuerpo a cuerpo se emparejaría con un mecha luchador francotirador de largo alcance para protegerse mutuamente en la batalla.
El maestro de mechas francotiradores Yan Xueshan (beta) y el maestro de mechas cuerpo a cuerpo Arthur (alfa) eran una pareja así, los dos han sido socios durante seis años, comiendo y viviendo juntos para desarrollar un entendimiento tácito.
El enfrentamiento que se avecinaba era mortal.
El día antes de la batalla final.
Yan Xueshan: "Recuerde escribir una carta de despedida con anticipación".
Arthur dijo abatido: "Sólo me arrepiento de una cosa. Si muero esta vez, seré virgen hasta que muera".
Yan Xueshan soltó un tarareo frío: "... no estoy interesado".
Arthur preguntó lastimosamente: "Maestro, ¿puede concederme este deseo antes de morir?"
Yan Xueshan: "?"
Qué absurdo.
Pero cuando Yan Xueshan lo pensó, este era su propio compañero de armas de vida o muerte, la castidad cuenta como p - ¡está bien, él estará de acuerdo! !
Sin embargo, ninguno de ellos murió en la batalla final.
No solo se convirtieron en héroes de guerra, sino que Arthur también se transformó en el Príncipe de la Federación.
Arthur sacó el formulario de solicitud de matrimonio, al que solo le faltaba una firma, y habló en un tono digno de confianza: "Maestro, ¿no dijo que después de la batalla final se retiraría y se casaría después de la batalla final? Ya que me ayudaste a cumplir mi deseo, ¡te ayudaré a cumplir tu deseo! "
Yan Xueshan: ¿Qué parece estar mal?
Yan Xueshan:... ¿Parecía que algo andab
Una extraña obsesión.
No supo cuando ni como empezó, era extraño que cada vez que lo veía sus instintos se ponía a flor de piel.
Su nombre era Daenerys Targeryen, y su vida había estado marcada por una obsesión silenciosa pero profunda: Jacaerys Velaryon.
Pero, como las olas que golpeaban la orilla, su obsesión se estrellaba contra la dura realidad de que Jacaerys parecía tan distante e inaccesible como el horizonte mismo.