Lek, un pueblo grandioso y lleno de reliquias y joyas, fueron atacados por los Yalen, a mediados del año 1988, les robaron las pertenencias y por mucho que las intentaran recuperan, sabrían que saldrían perdiendo. Los Yalen formularon un gas que al inhalarlo, se dispersaba por el cuerpo del individuo y le causaba reacciones mortales. Finalmente, en el año 1996, Sun-hee, una joven de 17 años de edad, se atrevió a organizar un plan con sus amigos, ella quería recuperar lo que fue robado. A medida que se adentren a este peligro, sus ojos se abrirán más.