En el lienzo blanco de la vida, entre las líneas trazadas por el destino, se escribe la historia de un amor efímero. Entre palabras cuidadosamente elegidas y las siluetas que danzan en la penumbra, se despliega un relato de encuentros, despedidas y la eterna melodía que conecta dos almas. La primera vez que hablaron fue en busca de un poema, una obra maestra tejida con hilos de tinta y latidos de corazón. En cada palabra, en cada mirada, se insinúa la inevitabilidad de una despedida. Las páginas del cuaderno llevan consigo la promesa de un amor destinado a ser fugaz, como una estrella que brilla intensamente antes de desaparecer en la vastedad del cielo. En ese primer poema yace la esencia de un amor que crece como una flor naranja en la primavera, pero también presagia los matices de una historia que se desenvolverá entre risas y lágrimas. El encuentro con Yang Jungwon, una figura tan extraordinaria como etérea, marca el inicio. Park Jongseong, cautivado por su presencia, se encuentra atrapado entre la admiración silenciosa y la fuerza abrumadora de un deseo contenido. Prohibida su copia y/o adaptación.