-No estés nerviosa, Mila. No voy a hacerte daño. El problema era que me miraba como si pudiera hacérmelo. Y, en realidad, sabía que podría. No quería ser el alma gemela del alfa de una manada despiadada y cruel. No quería tenerle miedo el resto de mi vida a mi mate; ya había tenido suficiente con mi padre. -Tienes dos opciones ahora. Una de sus manos me acarició el cabello con cuidado y me pareció tan tierno que deseé que lo hiciera todos los días. -¿Cuáles? -Puedes decidir acompañarme ahora -Acarició mi mejilla suavemente un segundo antes de llevar sus manos a mi cintura y pegarme a él con un tirón-. O puedo llevarte por la fuerza. Porque te aseguro una cosa, Mila... nadie va a alejarte de mí. *** (Prohibida su copia y/o adaptación. Mejor crea algo de tu imaginación) La historia contiene escenas de: -Sex* explícito. -Pal*zas. -Ases*natos. Lee bajo tu propia responsabilidad.