- Príncipe no debería hablarle así al omega del rey. - Mis disculpas su alteza, a veces olvido ese detalle. Sucede que no lo veo como el omega de alguien. - Pues lo soy. - No lo eres. No a menos que tú lo decidas. - No tengo voz aquí. - Haré que la tengas. - Si me disculpa Príncipe, debo ir a atender al rey, mi alfa. -