Grace vive tranquilamente en Nueva York, más sola que nunca, pero siempre escuchando canciones de Taylor Swift y jugando con su dálmata. Desde que tiene memoria su época favorita del año era la Navidad, pero en esas épocas su padre decidió abandonar el planeta. Tras aquel terrible suceso, su madre quedó desolada y le pidió tranquilidad y soledad. Grace accedió y trabajó duro para comprarse un pequeño apartamento en el corazón de Nueva York. Grace ya no cree en el amor, pues todas las relaciones que ha tenido han sido espantosas. Pero ¿y si alguien le hiciera ver la luz por primera vez en cinco años?