Ha habido una fuga de la prisión y Checo está justo en medio de esta, siendo acosado por reclusos violentos que no han tenido un Omega en años. Lo van a tomar como rehén. ¿Pero por quién? Encerrada en una celda con dos Alfas que no tienen más remedio que compartir su tesoro, Sergio se sorprende al descubrir que... le gusta que lo atrapen, siempre que sean Max y Charles los que hagan la captura. Y menos mal. Porque no lo van a dejar ir.