Escrito principalmente a miradas perdidas que se quedaron esperando una respuesta, a seres reales perdidos en la faz Lunar, lágrimas caídas en sus cráteres, una fascinación irreal y monótona estampada en cada volcán de tal enorme y brillante morfología, ella que guarda consigo testimonios mágicos, románticos y desolados recuerdos amargos, eso es el arte de poder ser ella, el arte de ser la Luna.