Yo soy una chica sencilla de ciudad y para la gente era una joven muy rara e diferente a las chicas de mi edad pero no me importaba lo que dijera la gente de mi igual no les importaría si muriera o no.¿Verdad?
Me llamo Elizabeth Hernández García, tengo 16 años de edad , vivo con mi madre y con mi hermano mayor Lucas, es muy molesto a veces pero es un buen hermano mayor después de todo.
Voy a la universidad en primer año , digamos que no soy muy buena socializando pero si muy buena estudiante ya que era la más inteligente de mi colegio o bueno eso decía mis profesores sobre mi.
Siempre me sentaba sola en el patio enorme del colegio para merendar en la hora del recreo o para leer y la verdad lo único que me relajaba era leer, oír música y cantar era como si la lectura , la música y yo fuéramos uno.
Mi madre siempre me decía que fuera yo misma pero era difícil porque ya la gente no les gustaba mi ser y tal vez mi presencia ya que voy a admitir que soy insoportable, enojona, bipolar, sentimental,rara, de gustos que están pasados de moda y lo más seguro que detestaban de mi era mi fisico.
Mido 1.64m , tengo pelo largo de color rojo y de ojos azules , mis ojos les encantaba a mi familia pero la gente no sabía el color de mis ojos porque me ponía lentes de contacto de color marrón para que no vieran mis ojos azules y mi cabello rojo y lacio lo cubría con una peluca de color negro rizado.
Ahora te preguntarás ¿por qué hago eso ?, pues fácil quería que las personas me quisieran de como era yo y no por mi fisico pero parecía que todos en mi alrededor eran de un mundo diferente al mío.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el fr ío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.