En una fría noche de invierno se escuchó el llamado de un alma a lo lejos, la salvación se encontraba a unos metros, o al menos eso creyó Amelia cuando entró a la profundidad del bosque. Olvidando que su nombre debes de clamar y con cuidado debes hablar, porque el espíritu del bosque es caprichoso y su regreso, su deseo más anhelado.All Rights Reserved