A sus 21 años, Stella Walker inició su trayecto académico en la Universidad de Yale. Se propuso concentrarse completamente en sus estudios, evitando distracciones como las festividades del campus y cualquier travesura. Sin embargo, su actitud reservada y centrada atrajo la atención de maneras inesperadas. Su nuevo desafío consistía en superar más obstáculos en la consecución de sus metas, y al alejarse de las amistades, se percató de la soledad que había experimentado sin intención. Comprendió que la universidad no se limitaba únicamente al estudio constante, sino que también implicaba disfrutar de su tiempo en el campus, creando memorias significativas y anécdotas para el futuro.All Rights Reserved
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