Noches en vela, la mente habla con crueldad despiadada, riéndose de lo fácil y sencillo que es romper a una persona. Tu mente es tu peor enemiga. Noches en vela, susurros crueles, risas despiadadas, rompen como hiel. Tu compañía, la voz interna, pero en tu interior, la fuerza eterna.