-"Los dioses antiguos abandonaron a este viejo mundo a su suerte hace cientos de años hija mía, todo aquello que se consideraba bueno se fue con ellos, todos aquellos que podrían gobernar este mundo ahora ya no son lo que eran antes, desde los mágicos dragones, pasando por los míticos semi-dioses, hasta las maravillosas hadas."-
-"Nada es lo que solía ser"-
Quizás.... algunas cosas deban cambiar por aqui...
-"Quiero que este viejo mundo vuelva a resurgir de las cenizas.... algun dia lo hare... es una promesa"-
Hace casi 800 años los dioses abandonaron a este mundo a su suerte, su creación mas grande, lleno de vida, de magia, de especies inteligentes y variadas, todo fue dejado atrás.
Por que?, tal vez miedo, miedo de lo que crearon, lo ultimo que hicieron antes de irse fue desatar el caos.
Los primeros en intentar dominar el mundo fueron los dragones.
Pelearon contra los Gigantes, los Elementales, las Hadas y los Demonios
Nadie lo logro.
Lo único que lograron fue devastar mas un mundo dañado.
Los Dragones, casi extintos
Los Gigantes, reducidos a mentes vagamente pensantes
Los Elementales, desterrados a sus lugares de origen
Las Hadas, Malditas
Los Demonios encerrados en su propio infierno del cual se reza, nunca salgan.
El resto de razas ni siquiera lo intentaron, Humanos, Elfos, Enanos, Demi Humanos y parecidos, por que intentar dominar un mundo que apenas estaba siendo reconstruido?
No, ¿algun dia el mundo volverá su antigua gloria por su propia mano, y por sus propios habitantes?.
¿O alguien tomara el lugar que dejaron los antiguos dioses?.
En su vida anterior, Lu Yao solo vivió hasta los treinta y cinco años, no pudo salir debido a la presión familiar y murió solo.
Cuando vuelve a abrir los ojos, se encuentra transportado a tiempos antiguos, no sólo diez años más joven sino también con un marido de hombros anchos, cintura estrecha y abdominales marcados.
¿Podría haber tanta buena fortuna en este mundo?
Justo cuando Lu Yao está muy contento, nota que la mirada de su esposo parece particularmente fría, incluso queriendo divorciarse de él...
Zhao Beichuan perdió a sus padres y asumió la responsabilidad de cuidar a sus dos hermanos pequeños. Para mantenerlos, aceptó un matrimonio concertado por una casamentera. No necesitaba que su esposa fuera bella; todo lo que pedía era que fuera bondadosa y frugal.
El casamentero le pintó un panorama optimista, pero se dio la vuelta y le encontró un "cojín de flores", alguien que tiene buena pinta pero que no puede hacer nada más. En su primer día de matrimonio, esta persona casi se ahorca de la viga de la casa de Zhao Beichuan.
Más tarde, Zhao Beichuan se enteró de que este joven tenía un amante y no quería casarse con él, pero sin saberlo se había convertido en el encargado de separar a una pareja de amantes desafortunados.
Los matrimonios forzados no duran, por lo que Zhao Beichuan decidió dejarlo ir, pero inesperadamente, esta pequeña criatura no se iba, siempre metiendo sus manos en la cama de Zhao Beichuan por la noche, diciendo: "Esposo, déjame sentir tus abdominales..."