Coriolanus reconoció al monstruo dentro de él, ambicioso, narcisista; si este mundo era escoria, él no era puro como la nieve. Solo cuando se dio cuenta de los putrefacto de su ser lo hizo sentirse vació, el único sentimiento hermoso verdadero que cruzó por su pecho es el amor que le tenía a Lucy Gray. Su única salvación, su pajarito canto que ahora se mostraba a él como era: Un hombre sin escrúpulo, ni dignidad; la única mujer que podía juzgarlo. La única mujer que lo amo por mostrarse como es y ahora una vez más le pedía que lo amara. Lucy Gray tembló, sabiendo que por asustada que estaba; el hombre frente a ella era igual y a la vez distinto del que conoció en la estación del tren hace dos meses. Este hombre que se robó sus besos, que la cuido con tanto devoción y se metió en su corazón, este hombre le estaba confesando su más grande pesar. Lucy no era tonta, estaba segura que había una ambición en sus ojos cada vez que hablaba con ella; pero si de ella dependía la vida de un hombre por sus pecados entonces no lo dejaría aun si condena su alma. El camino de Lucy Gray como Primera Dama de Panem comienza con el perdón y la confianza rota, siendo una posesión pero su dueño estaba el la palma de su mano por amor.
12 parts