Peripecias de la diosa de la risa
Baubo, la Diosa de la Risa, divina y libre,
Guía a su cocodrilo Yacaré, en su juerga acuosa.
Juntos se embarcan en una atrevida escapada,
Para saciar su sed de salto, una mascarada salvaje.
Como una sinfonía de risas, descienden,
Al corazón de las Cataratas del Iguazú, sin fin.
Como cascadas de agua, un ballet de gracia líquida,
Baubo y Yacaré se sumergen abrazando cada espacio.
En su tierno cuidado, la fiera bestia encuentra consuelo,
Acurrucado en su pecho, un vínculo inquebrantable e impecable.
Yacaré, antes indómito, ahora gentil y sereno,
Escucha a su amante, la reina reinante de la risa.
La voz de Baubo, melodiosa y brillante,
Suena como una canción de cuna, una sinfonía de deleite.
Yacaré, como una mascota faldita, reposa en su abrazo,
En su unión armoniosa, las preocupaciones de la vida se borran.
Juntos bailan, con el dulce estribillo de la risa,
Saboreando la magia que sólo ellos pueden sostener.
Baubo y Yacaré, un dúo encantador,
Ofrecen un testimonio del poder de la risa.
Que su historia nos recuerde, en momentos de desesperación,
Buscar la felicidad y la alegría, con risas para compartir.
Para Baubo, la Diosa, y Yacaré, su leal compañera,
Enséñanos, a través de la risa, a apaciguar las cargas de la vida.