Lo amé. Lo ame con toda mi alma, lo ame con toda la pasión de las estrellas y el universo, lo ame con todo lo que soy y todo lo que tengo y siempre lo amaré hasta el día de mi último aliento.
Por que sus pecas eran el cosmos para mis ojos. Su piel era mi medicamento diario y sus ojos grises eran lluvia como la del dia en que se marcho para nunca mirar atrás. Lo amé.
Por que cuando sus dedos se entrelazaban con los mios, era mi refugio. Nuestro refugio. Eramos el hogar del otro. Y cuando sus labios tocaban los mios, era todo, no existía nada mas, el universo y los planetas se alineaban apuntando hacia nosotros por que no existía ninguna otra cosa. Lo amé.
Los recuerdos son lo unico que me queda en este mundo, los recuerdos y un monton de fotos ya amarillosas por los años. Se fué y ahora no hay nada, mi mundo se vio invadido por un enorme agujero negro que se llevó todo lo que existía en el. El era mi todo y ahora no hay nada. Nada mas que el recuerdo de cuánto lo ame.