el campo de batalla, Ririka se encuentra,
Con su máscara de plata, su valor no se quiebra.
A lo lejos, Sayaka, con su corazón en la mano,
Espera el regreso de su amada, en el frío invierno.
Ririka, valiente y fuerte, en la guerra se sumerge,
Con cada paso que da, su amor por Sayaka emerge.
En cada carta que juega, en cada apuesta que gana,
Ve el rostro de Sayaka, su amada dama.
Sayaka, en la distancia, mira la luna brillar,
Sueña con Ririka, deseando poderla abrazar.
En cada estrella fugaz, un deseo ella hace,
-Que Ririka regrese, que la guerra se deshace.-
Las noches son eternas, los días son un tormento,
Pero su amor es un faro, en el oscuro firmamento.
Ririka en la guerra, Sayaka en la desesperación,
Unidas por un amor, que desafía toda desolación.
Y cuando el alba rompa, y la guerra se desvanezca,
Ririka a Sayaka, en un dulce abrazo la acogerá.
Porque su amor es inmutable, como el sol que nunca se apaga,
Ririka y Sayaka, un amor que la guerra no deshaga.
Sin memoria...
Sin pasado...
Solo el vacío del espacio... y una verdad oculta tras la ilusión de la esperanza.
Cuando 701 abre los ojos, se encuentra en un cuarto blanco, frío y lleno de pantallas. Más adelante comprende que se encuentra en E. V. A. la nave en la que ahora será su hogar, junto con cientos de otros supervivientes. No recuerda cómo llegó allí, ni siquiera su propio pasado. Y no es la única. La mayoría de los que despiertan a su alrededor están igual. Solo saben lo que las carpetas que les entregan a ellos les indican: su propósito es encontrar un nuevo planeta donde la humanidad pueda renacer tras la guerra bacteriológica que aniquiló la Tierra.
Pero algo no encaja...
A medida que Ochako y su grupo de amigos, Bakugo, Kirishima, Kaminari, Jiro, Mina y Sero, comienzan a investigar, descubren que E. V. A no es solo una nave de salvación. Es una prisión de secretos. Las sombras en los pasillos, los mensajes codificados en las pantallas, el silencio helado de los que parecen saber más de lo que dicen... algo dentro de la nave los vigila. Algo que no quiere que recuerden.
Pero cuando un ser querido desaparece, la verdad se vuelve imposible de ignorar.
Ochako y sus amigos no tardan en darse cuenta de que la guerra por la supervivencia de la humanidad no terminó en la Tierra. Apenas está por comenzar... y no todos a bordo de E. V. A son lo que parecen...
Ni siquiera ellos mismos...
Bienvenidos a la última frontera. Aquí, recordar es un crimen... y olvidar, una sentencia de muerte.