el campo de batalla, Ririka se encuentra,
Con su máscara de plata, su valor no se quiebra.
A lo lejos, Sayaka, con su corazón en la mano,
Espera el regreso de su amada, en el frÃo invierno.
Ririka, valiente y fuerte, en la guerra se sumerge,
Con cada paso que da, su amor por Sayaka emerge.
En cada carta que juega, en cada apuesta que gana,
Ve el rostro de Sayaka, su amada dama.
Sayaka, en la distancia, mira la luna brillar,
Sueña con Ririka, deseando poderla abrazar.
En cada estrella fugaz, un deseo ella hace,
-Que Ririka regrese, que la guerra se deshace.-
Las noches son eternas, los dÃas son un tormento,
Pero su amor es un faro, en el oscuro firmamento.
Ririka en la guerra, Sayaka en la desesperación,
Unidas por un amor, que desafÃa toda desolación.
Y cuando el alba rompa, y la guerra se desvanezca,
Ririka a Sayaka, en un dulce abrazo la acogerá.
Porque su amor es inmutable, como el sol que nunca se apaga,
Ririka y Sayaka, un amor que la guerra no deshaga.
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