La "rata albina" e Izuna despertaron en una habitación juntos. Confundidos, intentaron escapar, pero no había manera, la puerta estaba cerrada, con una llave que no estaba por ninguna parte. No había forma de escapar, por alguna razón no podían usar jutsus ni chakra que implique técnicas. Y, mientras esperaron a que llegase el dichoso que se atrevió a encerrarlos, se quedaron conversando, descubriendo interesantes temas que han salido a flote.