11 parts Complete El cristianismo no es un sistema de ética ni es un código de leyes. Es una VIDA. Es la vida del Señor Jesucristo poseída, gozada y manifestada en las vidas de todos aquellos que han confiado en Él como su Salvador personal.
Sin dudas Jesucristo es uno de los hombres que más profundamente ha influido en la historia de la humanidad. Su predicamento en vida, trascendió tras su muerte y dando lugar a una nueva religión, que se extendió por buena parte del mundo occidental, a través de la evangelización llevada adelante por su iglesia; pero estamos en un tiempo supremamente peligrosos, en donde el humanismo y otras corrientes se ha infiltrado en las congregaciones, por eso es supremamente necesario volver a nuestro orígenes y predicar sobre la vida y obra de nuestro Salvador.
La biografía de Jesús de Nazaret llega a nosotros a través de los evangelios, los libros sagrados escritos por aquellos que se acercaron mucho a Jesucristo y decidieron informarse y escribir sobre la vida de Él. En estas escrituras se describe a Jesucristo como un hombre pacífico y alejado de la violencia, una característica bastante común en los años de la dominación del Imperio Romano. Sin embargo su mensaje era conflictivo. Se contraponía al cumplimiento de la Torah que propugnaban los fariseos. También se distanciaba de las creencias de los esenios, y las otras religiones que allí se practicaban. Al provenir de un Imperio politeísta, no era de extrañar que los creyentes se dispersaran en diferentes religiones. Lo único que se salvaba, era el Templo de un rol central en la vida espiritual y en donde nadie, en su interior, era juzgado por rezar.
Actualmente debemos estar pendiente que nos volvamos religiosos y nos desviemos del verdadero camino por falta de conocimiento.