Mi nombre es Daria Mitchell, soy escritora de columnas en el periódico Times York, es aburrido, pero me gusta o eso creo, al menos me da lo suficiente para que mi madre esté feliz, quería algo diferente, pero ella sufre de crisis nerviosa, no podía dejarla sola así que tomé este empleo.
Tengo una amiga, se llama Keila, es linda y confiable, ella me ha pedido que la acompañe a una fiesta de disfraces.
Al principio no quería ir porque mi madre se pondría quisquillosa, pero accedí a ir, por mi salud mental, solo trabajo y me estresa.
No es que tenga que pedir permiso porque a mis 23 años puedo hacer lo que sea, solo que mamá es un poco fastidiosa cuando se trata de ir a una fiesta, es demasiado nerviosa y no le gusta que corra peligros, a veces le sigo la corriente, pero termina estresándome.
Ella dice que me parezco a mi padre en eso, no lo conozco porque se fue cuando yo tenía 3 años, ella aún lo espera, pero lo niega cuando la descubro viendo por la ventana. En fin, esta noche iremos a una fiesta de disfraces y será divertido, es bueno salir de la rutina de vez en cuando, aunque me gustaría que fuese todo el tiempo, pero no me pagan por soñar, así que seguiré con lo mío.All Rights Reserved