JunHua. La melodía que envuelve el misterio

Jun Wu, un prominente empresario en el mundo de la farmacéutica, vivía en el constante agobio del trabajo, sin una vida personal que realmente valiera la pena. Su límite llegó justamente cuando el estrés fracturó su salud y los médicos solicitaron que de inmediato buscara relajarse, algo imposible si solo contaba con Mei Nian Qing y Ling Wen como sus personas de más confianza, pero no podía dejar todo en sus manos.

Así fue que una noche, mientras se encontraba en su lujoso pent-house, el sofoco de la presión laboral no permitía que sus pulmones se llenaran de aire, se sentía mareado y pensó que en ese momento vendría algo peor; su vista se nublaba por lo que se sostuvo de la barra del bar personal que tenía y prendió el reproductor de música aleatoriamente intentando distraer sus pensamientos.

La melodía inundó la estancia, eran las notas de un piano que parecían impresas con el alma misma del artista que las interpretaba, lo que provocó que los ojos obsidiana se abrieran de par en par mientras su corazón latía fuertemente por algo ajeno a la molestia anterior. Jun Wu no podía salir del embrujo, se dirigió a su sofá favorito mientras Bai, su elegante gato blanco, saltaba sobre su regazo para acurrucarse en él buscando las caricias de su dueño.

Esa ansiedad que había albergado por horas se disipó casi como un suspiro y eso dejó maravillado a un hombre que pocas veces se sentía atraído por algo. En cuanto la canción culminó, se dio a la tarea de buscar quién era el dueño de ese milagro musical y se encontró de frente con una foto de un misterioso pianista con un antifaz cubriendo la parte de alta de su rostro, únicamente dejando ver unos raros ojos carmesíes que daban a entender la belleza exótica de su dueño y que luego comprobaría Jun Wu serían más difícil de comprender que nada de lo que hubiera enfrentado antes.