18 parts Ongoing MatureEl silencio fue lo primero que noté al despertar.
Nada de pájaros. Nada de pasos. Nada de autos. Solo calles vacías y ese aire espeso que hacía arder la garganta.
Salí a buscar algo que rompiera la rutina.
Terminé encontrando sangre oscura pegada al pavimento, el olor de la carne podrida llenando cada calle.
La fuente de aquello prefería nunca haberla visto.
Corrí. Golpeé puertas. Nadie contestó.
Todo permanecía quieto; el tiempo, la vida, se habían detenido.
Volví a casa, intentando creer que ahí dentro nada había cambiado. Pero cada puerta abierta mostraba lo mismo: gente que ya no estaba.
Solo una seguía cerrada, como una pequeña luz de esperanza en la oscuridad.
Toqué. Esperé.
Cuando se abrió, lo vi de nuevo.
Izán.
De todos, tenía que ser él.
-Vaya -dijo-. No pensé que volverías a aparecer así.
Lo odié por sonreír. Pero en ese momento, no supe si odiarlo era mejor que quedarme solo.
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La imagen de portada no es de mi autoría.