Visón Dorado

Su sombra era esbelta, se movía sinuosa y elegante. Parecía un gato, o más bien una pantera; con ese aire salvaje que sólo tienen ciertas personas.
Tras su sombra iba su esencia, un olor indescriptible que se te quedaba impregnado en la mente y que no te dejaba pensar en nada más.
Su esencia perfumaba su mirada y sus ojos, esquivos, eran de color césped transparente pero si acertabas a verlos bajo la luz del sol se tornaban dorados como si Midas los hubiese acariciado. Sus largas pestañas revoloteaban sobre su mirada,...
y un pequeño lunar... ése lunar caprichoso sobre los labios hacía que no pudieses apartar la vista y que no dejases de pensar en qué tan suaves serían... o cuánto te gustaría poder besarlos.
Si tan solo fuese más fácil... Más fácil acariciar su pelo, largo y castaño, adornado con algunos rizos esporádicos...
Si tan solo pudiera decirle lo que siento... Este profundo amor que llevo desde me salvó hace ya años...

Si no fuese por él yo estaría tan solo...