Ser piloto de F1 es realmente increíble: dinero, lujos, viajes y admiradoras por doquier. Sin embargo, a veces es necesario tomar un breve respiro de todo eso. Lando lo entiende bien; más allá de las pistas, disfruta de su tiempo libre como DJ, siendo uno de los mejores en animar una fiesta. A pesar de ello, su imagen de rompecorazones lo sigue a todas partes. No es un papel que le acomode completamente. Así que, tras una noche de copas y una mañana envuelta en confusión, su vida está a punto de tomar un giro inesperado.