La bruja de Evermore

En una gelida noche de noviembre, una mujer herida y enferma, extraviada entre los bosques eternos acariciados por la luna llena, llega a una cabaña en busca de refugio. En la región más fría y aislada del poblado de Penumbría, donde el viento murmura historias congeladas en el tiempo, la mujer busca asilo ante un alma tan antigua como los ríos que yacen inmóviles bajo el hielo: una bruja.

En el calor del fuego y los aromas intensos de especias, entre susurros de coníferas y destellos de magia, se inicia un vínculo singular. Cada noche la bruja comparte relatos de variada índole, desvelando los secretos ocultos en los corazones de los habitantes que la temen.

Bajo la luz titilante de las velas y el suave canto de los místicos habitantes de aquellos bosques, la cabaña se convierte en un refugio donde las historias entrelazan destinos, revelando la melancolía y la esperanza que residen en el poblado. Así, en la noche eterna de Penumbría, donde la luna llena ilumina la penumbra, se teje el tapiz poético de "La bruja de Evermore", donde la oscuridad y la luz se encuentran en una danza eterna.