Abro Pinterest en mi teléfono. La aplicación más materialista del mundo me recibe, mostrando la vida perfecta de los demás. Una pareja riendo, una habitación ordenada, una muchacha con un libro. Escucho unas voces, levanto la cabeza y me encuentro a un grupo de chicas que salen del colegio. Me doy cuenta por el escudo que resplandece en sus remeras, en su pecho desarrollado. Al instante, esa imagen me transporta a mis quince años, cuando salíamos con mis amigas de una prueba muy difícil acerca de la Civilización Maya. Fuimos a almorzar, caminamos muchísimo, creo que por eso lo recuerdo. Una de las estudiantes lleva una cruz que cuelga de su cuello, inmediatamente llevo mis dedos a la mía, para corroborar que sigue ahí. Ese es el ritual matutino, tocar mi crucecita, afirmar su presencia.
Luego de una ruta genocida, Sans pierde en la ultima batalla contra la Humana. Sin embargo un Hombre que dice ser el reemplazo de Dios, hace un trato con el monstruo. "Te prestaré mi ayuda si tu me das la tuya"
Sans acepta y comienza una "Nueva Ruta"