Duermes para no pensar, ríes para no llorar, callas para no gritar, y olvidas para no sufrir. Pero todo tiene un fin, todo lo que sube tiene que bajar. El me ayudó a bajar, a ver qué no estaba sola, a darme cuenta que era única y importante. Me enseñó a ser feliz, a valorar la vida...recuerda:los monstruos no duermen bajo tu cama, están en tu cabeza, y tú eres quién los controla, cada persona hace de su vida su propio infierno o paraíso.All Rights Reserved