Ibbie es la cantante de The Ultimate, una banda punk que toca en bares durante las noches del fin de semana. Los días los pasa intentando no volver a hundirse en la depresión de la que acaba de salir, causada por una situación de abuso que se extendió por los últimos años de su escolaridad. Un día ve a una chica entre el público que destaca por su forma de vestir, nada acorde al estilo rockero del lugar, pero aún más por la forma en la que baila: con los ojos cerrados, con fuerza, completamente inmersa en su propio mundo. No puede hacer nada para evitarlo; queda hipnotizada desde el primer momento.
Dara es una chica independiente, que viste de rosa y disfruta la música punk. Ha visto cada video de The Ultimate y conoce todas sus canciones. Cuando decide ir a verlos, no interactúa con nadie, no aplaude, sólo baila y se va después de la última canción. Su objetivo es la bajista, pero no tarda mucho en darse cuenta de cómo la chica tras el micrófono le lanza miradas cada vez más desvergonzadas, y aunque comienza a fijarse en ella de vuelta, Dara no cree en el romance. Poco a poco, sin embargo, ella y la vocalista van volviéndose amigas, pero eso no significa nada ¿O sí? Quizás, por primera vez, no pueda estar tan segura.