Tras el triunfo de la Revolución, los androides han obtenido los mismos derechos que los humanos. A pesar de ello, Gavin sigue odiando a Connor y, para complicar las cosas, se une al equipo un RK900 como respaldo. Gavin, asignado a este nuevo androide, hará todo lo posible por dificultarle la vida. Pero tras una crisis de conciencia, todo cambia, llevando a Gavin a enfrentar los sentimientos que se niega a aceptar sobre el androide.