Siete almas, una misma meta, diferente destino. Nunca se está preparado para la vida pero uno no comete errores cuando se está aprendiendo, todos somos participes de la vida y sus juegos crueles y buenos, es por eso como somos. Somos ángeles buscando un paraíso, o más bien, somos cisnes en busca de la blanca pureza en un lago de desgracias.