Ella sabía exactamente que seguirle el juego al chico rubio la llevaría a consumirse en cenizas, pero no se la dejaría tan fácil, si el pretendia jugar, va a tener que quemarse el también, formando entre los dos un incendio incontrolable ¿Hasta donde los llevará su impulsividad cuando ya no se trata solo de pensar en ellos mismos? ¿Qué pasa cuando empiezan a sentir algo más allá?