Madison sentía que su vida era bastante común y corriente, al menos, hasta el día en que su novio decide terminar su relación de siete años. Aquella noche no dudó en llamar ebria a Noah para decirle todas las cosas que se contuvo de decirle, ciertamente era algo que pensó que le liberaría, pero era el número equivocado. Sin notarlo, había llamado a su nueva clienta, Noah Dubois. Pese a que tratan de construir una relación profesional luego de ese accidente, sus vidas parecían estar forzadas a conectarse entre sí.