Tyler pensaba que Xavier era un niño mimado y caprichoso, acostumbrado a tener todo en la vida. Xavier creía que Tyler era manipulador experto que cegaba a todos con su actuación de niño herido y perdido. Ambos se odiaban, no era un secreto. Ahora, están obligados a compartir más de lo que desean cuando una magia antigua los obliga a vivir la vida desde la perspectiva del otro. ¿Sera suficiente para hacer las paces o terminaran destruyéndose entre sí?