- Por demás está decir, Aegon, que, la mujer que deseas es una sentencia de muerte para ti, su esposo, tu tío, demandaría tu cabeza si pretendes robarla de su lado. - insistió con nerviosismo Otto Hightower. - Ayúdame con esto, sé que tu "capacidad" de persuasión me ayudará a tenerla. A cambio tendrás todo lo que esa voz en tu cabeza cree ser digna de apoderarse - insistió con lisonjera. -- Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa de la editora.