"Akira, puedes prometerme que una vez que salgamos de aquí, viviremos una vida tranquila y pacífica?" "Lo prometo. Me aseguraré de que sea así" Un enorme castillo de piedra y acero poseedor de 100 pisos flotando en un cielo infinito, así de fácil se podía describir ese mundo. En el interior había un par de ciudades grandes junto con innumerables pueblos y aldeas de pequeña escala, bosques, llanuras, e incluso lagos. Una escalera conectaba cada piso con otro, y para protegerlas existían mazmorras donde deambulaban ejercitos de monstruos; explorarlo y superarlo no sería una tarea fácil. Ese castillo era [Aincrad], un mundo de batallas con espadas con cientos de mazmorras que explorar, biomas que visitar, momentos que compartir... Me introduje en ese mundo virtual para escapar de un pasado que me atormenta y no me permite vivir tranquilamente, quería experimentar lo que se sentía ser alguien distinto a quien era. No obstante, todo eso se arruinó el día del lanzamiento de [Sword Art Online], videojuego del que provenía tal majestuosidad. "Se han desactivado todas las formas de resurrección dentro del juego. Si sus barras de salud se agotan completamente, sus avatares perecerán y al mismo tiempo...el NerveGear destruirá sus cerebros en el otro lado. Solo hay una condición para que sean liberados, completen este juego." Eso fue lo que el auto proclamado [Dios] de este mundo nos dijo antes de dejarnos a nuestra suerte y arruinar toda la belleza que había encontrado en este nuevo entorno... Es tan difícil que un mundo me permita vivir en paz...? Porque todo lo que me pasa tiene que circular alrededor de una muerte acechante...? No importa, ya tengo suficiente experiencia... Es hora de darle un buen uso.
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