Helena es la diosa de los semidioses, una desconocida para los mortales y un mito entre los mismos semidioses que cuida. Castigada en la Antigua Grecia por romper la leyes de los dioses, Zeus la maldice, evitando que cualquier mortal, incluidos sus propios semidioses, sean capaces de verla, con la esperanza que aquello provoque su desaparición.
El mito de Helena, aquella que cuida a los mestizos, se mantiene vivo con el paso de los eones. Aunque con un poder debilitado por la falta de fe, Helena continúa con su trabajo, siempre vigilando a cada uno de los semidioses e interfiriendo cuando lo cree necesario. Ellos no podrán verla, ni saber que está ahí, pero eso no quita el hecho de que los ama y siempre los cuidará.
Ningún mortal ordinario podría verla, solo, como determina la maldición, un héroe marcado por ella misma. Pero no han aparecido nuevos héroes desde la época dorada de Grecia y, repudiando a los dioses, solo habla con los muertos. Sin embargo, hace siglos profetizó la llegada de un semidiós, capaz de compararse con los héroes que han alcanzado fama entre los mortales y obtenido un lugar entre las estrellas.
Helena lo ha esperado desde lo que parece una eternidad. Y una vez que lo tenga, no permitirá que nadie lastime a Percy Jackson.
Tihion Hydme había hecho un pacto con su religión: ella debía velar por la seguridad del Sujeto.
Siendo todavía una novicia entre las cuidadoras del campamento nikto en el que se refugiaba recibieron un ataque y su pacto no hizo más que afirmarse.
Ahora debe de recorrer la galaxia junto con el Mandaloriano que puso en peligro la integridad de su labor hasta que ambos encuentren el lugar en el que la extraña criatura que tienen a su cargo pueda crecer a salvo.