Eros, el hijo de la Diosa Afrodita y encargado de enamorar a todo ser, flechó a mi tío, Hades, Dios del inframundo, ese ser simplemente perfecto, capaz de cautivar con una simple mirada, y a mí, Persephone, Diosa de la primavera e hija de la Diosa de la agricultura y protectora de la fertilidad, Deméter. Ambos nos enamoramos por un secuestro, sin embargo, solo encontramos prohibiciones y dificultades para vivir nuestro amor. Por esta razón, tomamos la decisión de ir al mundo mortal, allí nadie se interpondrá en nuestra relación. ¿O quizás sí?